Emma Watson, con su poderosa magia, teletransporta a Raúl transformado en una copia perfecta de ella misma, completamente desnuda. Las dos Emmas, excitadas y sin restricciones, se entregan a un encuentro salvaje y lleno de lujuria.
Sus cuerpos se entrelazan en una danza
erótica, explorando cada curva y cada centímetro de piel. Se besan
apasionadamente, compartiendo su deseo desbordante mientras sus lenguas se
entrelazan en un baile sensual.
Pero no pueden tener suficiente. En ese
momento, tentáculos emergen de la nada, envolviendo a las dos Emmas en un
abrazo tentador. Los tentáculos las penetran sin piedad, llenándolas de placer
y llevándolas al límite de sus deseos más oscuros.
Los tentáculos las penetran por todos
lados, desatando gemidos de éxtasis mientras explotan en una unión carnal
inolvidable. A medida que son penetradas, sus tetas y sus barrigas comienzan a
hincharse con un líquido cálido y viscoso, aumentando aún más su excitación y
satisfacción.
Mientras los tentáculos continúan su
juego lascivo, las dos Emmas se besan lujuriosamente, compartiendo su pasión en
medio de este encuentro sobrenatural. Sus cuerpos se contorsionan de placer,
sin restricciones ni límites en su búsqueda de satisfacción absoluta.
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